El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un gravamen aplicado al consumo de bienes y servicios en diversos países. Este impuesto se traduce en un porcentaje adicional que se agrega al precio final de los productos o servicios que adquieres.
Se clasifica como un impuesto indirecto debido a que no se aplica directamente sobre los ingresos de los contribuyentes, sino sobre la producción y venta de los bienes y servicios que las personas consumen. En otras palabras, el IVA se traslada a los consumidores a través de los productos que compran y los servicios que utilizan.
Para comprenderlo mejor, podemos compararlo con impuestos directos como el Impuesto sobre la Renta (ISR), que se descuenta directamente de los ingresos de las personas, mientras que el IVA se aplica al adquirir productos como una televisión o al pagar una factura de servicios como el internet.
¿Qué es el IVA en México?
En México, el IVA es un impuesto indirecto que se aplica al consumo de bienes y servicios especificados en la Ley del Impuesto al Valor Agregado. La administración y aplicación de este impuesto recae en el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El IVA en México afecta a personas físicas (individuos) y morales (empresas u organizaciones) que realizan ciertas actividades, que incluyen:
- Enajenación de bienes: La venta de productos.
- Arrendamiento de bienes: El alquiler o renta de bienes muebles o inmuebles.
- Prestación de servicios independientes: La oferta de servicios profesionales.
- Importación de bienes y servicios: La introducción de productos y servicios del extranjero al país.
Este impuesto se entro en vigor en México en 1980 como una medida para aumentar la recaudación fiscal y enfrentar desafíos económicos. Desde entonces, las tasas de IVA se han modificado en varias ocasiones, aumentando o disminuyendo a lo largo de los años.
Hoy el IVA representa el 16% de las actividades ates mencionadas.