La contabilidad es una disciplina que básicamente sirve para tres cosas diferentes: registrar movimientos de dinero, saber cuanto dinero tienes y cuánto dinero debes.
Registrar movimientos de dinero
La contabilidad permite llevar un registro sistemático y organizado de todas las transacciones financieras de una entidad o persona. En las empresas este registro detallado se conoce como libro mayor o libro diario.
En estos dos libros se anotan todos los movimientos de dinero que tiene una empresa en un formato sencillo de dos columnas. En los libros contables los ingresos generalmente se encuentran en la columna de la izquierda y los gastos en la columna de la derecha.
La contabilidad juega un papel importante en el cumplimiento de las obligaciones legales y fiscales. Proporciona información precisa y transparente que permite el cálculo y pago de impuestos, así como el cumplimiento de regulaciones y leyes contables aplicables.
Conocer el dinero disponible
La contabilidad genera informes financieros periódicos como la cuenta de pérdidas y ganancias, el balance de situación o el flujo de efectivo. Los cuales ayudan a los financieros a conocer la situación en la que se encuentra la empresa para posteriormente tomar las decisiones oportunas.
En el ámbito profesional y empresarial estos informes se utilizan para que los gerentes, inversores, prestamistas u otras partes interesadas evalúen la salud financiera y viabilidad de una empresa.
En cambio, en el ámbito personal estos resultados pueden ser útiles para saber si estás ahorrando lo necesario para comprar tu próxima casa, conocer el dinero disponible que tienes en tu cuenta corriente o para hacer predicciones y planificaciones a largo plazo.
Conocer las deudas
Es bueno conocer lo que tienes pero aún más importante saber lo que debes. En uno de los informes que genera la contabilidad, el balance de situación, especifica las obligaciones financieras que tiene un particular o una empresa (más de un año) como a corto plazo (menos de un año). Al conocer tus deudas, puedes realizar planificaciones de pagos para evitar incurrir en problemas de liquidez o impagos, establecer prioridades de pago.
En definitiva, la contabilidad es una de las actividades más importantes en el día a día de la empresa ya que ayuda a planificar, analizar y tomar decisiones correctas.
Objetivos de la contabilidad
También hay que destacar que los objetivos fundamentales de la contabilidad son por un lado, interpretar el pasado para tomar decisiones en la empresa y satisfacer la demanda de información de distintos grupos de interés (como accionistas, prestamistas o administraciones públicas) y, por otro lado, dejar constancia de todas las operaciones económicas y financieras. Es más, si desglosamos estos motivos, podremos decir que la contabilidad sirve para:
1. Analizar y dar parte de los recursos económicos de una empresa.
2. Permitir a los administradores una correcta planificación y dirección de las transacciones comerciales.
3. Controlar y llevar un registro de las gestiones de los administradores y las cargas tributarias de la empresa.
4. Ayudar a predecir los flujos de dinero.
5. Colaborar con la información necesaria a la hora de realizar una estadística nacional en torno a las actividades económicas.
La contabilidad es un elemento indispensable en cualquier empresa. De ella se extraen importantes datos para analizar la situación y evolución de la empresa con el paso del tiempo.
La contabilidad desde finales del siglo XX
Gracias al avance tecnológico que el mundo ha experimentado desde finales del siglo XX, es obligatorio hacer especial mención a la informática. Los recursos modernos han dado un fuerte vuelco al enfoque convencional de la contabilidad. Así, la tarea de los expertos en esta disciplina se ha facilitado gracias a las hojas de cálculo y a los registros de patrimonio o stock, con mejor control de entradas y salidas.
Existen numerosos programas o software de contabilidad para ayudar a las empresas en sus labores contables diarias. Programas que facilitan la facturación, la gestión de los clientes, realizan automáticamente balances e incluso controlan las horas de los empleados de la organización.
La armonización contable
La armonización contable es un proceso que se ha llevado a cabo durante los últimos años para que las cuentas anuales de las empresas sean comparables entre sí. Este proceso es clave es un mundo globalizado y competitivo en donde las empresas no solo pueden obtener financiación en cualquier lugar del mundo, sino que son comparables unas con otras de una forma sencilla para aquellos grupos de interés. Ya sea por querer invertir en ella o simplemente por que deseas trabajar en su organización. Para ello se han creado las normas internacionales de información financiera (NIIF), también conocidas por sus siglas en inglés IFRS.